La situación política de México se ha transformado en un festival de ironías y tragedias que solo pueden ser descritas con humor negro, dado que la realidad ya superó la sátira.
Michoacán es, de nuevo, el epicentro de esta farsa, cortesía del asesinato del valiente alcalde de Uruapan, Carlos Manzo. Sus súplicas de auxilio al gobierno federal fueron ignoradas, llevando a Rubén Moreira a concluir, con macabra elocuencia, que "A Manzo lo mató el gobierno". Como reacción a la crisis, la Presidenta Claudia Sheinbaum anunció el "Plan Michoacán por la Paz y la Justicia", que resultó ser, esencialmente, una fotocopia carbón de los planes fallidos de Felipe Calderón (2010) y Peña Nieto (2014). La única novedad es que ahora se reciclan fracasos con un discurso de "ideología diferente". En resumen, la 4T habla como López Obrador, pero gobierna idéntico al PRIAN.
La ineficacia de la administración se exhibió sin tapujos con el acoso sexual que sufrió la Presidenta en el Centro Histórico. Un sujeto "alcoholizado" logró penetrar el "blindaje" de la Ayudantía (ese grupo de jóvenes improvisado que reemplazó al desaparecido Estado Mayor Presidencial) y besarla/manosearla. La ironía alcanzó su punto máximo cuando Alejandro Moreno (PRI) sugirió que el incidente podría haber sido un "gran montaje para generar un distractor" y evitar hablar de la narcopolítica y los asesinatos. A pesar de que el suceso "bien pudo haber cambiado la historia de México", Sheinbaum descartó reforzar su seguridad, manteniendo su "Presidencia cercana".
Mientras tanto, en el Congreso, la discusión del Presupuesto de Egresos 2026 degeneró en un circo de bajísimo nivel. Los diputados se gritaron "asesinos" y "carroñeros", y exhibieron una lona gigante acusando a la dirigente de Morena, Luisa María Alcalde, y a un diputado de la 4T de vacacionar en la playa mientras los mexicanos eran asesinados. Todo esto ocurría mientras el coordinador de Morena, Adán Augusto López, era captado, por tercera vez, viendo noticias deportivas en su tableta durante la sesión, y el personal de resguardo procedía a censurar a los fotógrafos para evitar que lo retrataran.
Finalmente, el huachicol fiscal de la 4T ya es un problema de exportación: la senadora Olga Patricia Sosa Ruiz es investigada en EE. UU. por presuntamente financiar campañas políticas en Texas con dinero sucio. Si resulta culpable, su destino podría ser tan glamuroso como el de Genaro García Luna o El Chapo. Con políticos encumbrados haciendo "jugosos negocios con las mafias", no es de extrañar que el Pentágono considere seriamente un plan de incursión terrestre para atacar a los cárteles en territorio mexicano. Porque, al final, México no necesita más fuego, solo justicia, pero si el Estado no puede proteger a su Presidenta ni evitar el reciclaje de planes fallidos, quizás la intervención gringa sea la única forma de que alguien, al fin, ponga orden.