El Manual de la 4T para Superar la Austeridad y la Hidrofobia Política
La Cuarta Transformación (4T) opera bajo una filosofía peculiar del "patrimonio" que, según los observadores, se define como: adquirir "la mayor cantidad de dinero posible, en el menor tiempo posible invirtiendo menor esfuerzo posible". Una vez creado, este capital se invierte invariablemente en la realización de sueños "ridículos, patéticos o vulgares", como construir una réplica de la catedral de Notre Dame en un rancho del Ajusco para que la madrecita rece a gusto. El chiste ya no es el corrupto del PRI con su pañuelo de seda, sino el morenista con su kefiye árabe y una mansión de 12 millones donde Buda medita tranquilamente.
En este noble ejercicio de "humanismo franciscano", el hermano del expresidente, José Ramiro "Pepín" López Obrador (¡alias el Ranchero Feliz!), se reveló como propietario de 13 ranchos, ocho de los cuales fueron adquiridos entre 2018 y 2024, periodo en que su hermano ocupó la Presidencia. De hecho, Pepín compró la mayoría de estos predios, valuados en más de 8.6 millones de pesos, al contado y en efectivo, a pesar de que en 2023 ¡no reportó empleo formal!. Hay quien se está planteando seriamente mudarse a Tabasco, donde parece que andan regalando hectáreas de edén.
En el ámbito de las tragedias, la Presidenta Claudia Sheinbaum tuvo el valor de ir a las zonas afectadas por las lluvias (a diferencia de su mentor, quien temía por la "investidura presidencial"). Sin embargo, en Veracruz, el "gesto humano y empático" se volvió un momento incómodo cuando los damnificados la recibieron con gritos y reclamos, a lo que la Presidenta respondió pidiendo que se callaran para que ella pudiera ser escuchada. El caos se magnificó porque la gobernadora Rocío Nahle había minimizado el desastre del río Cazones como un "ligero desbordamiento", y para más inri, Veracruz canceló su póliza contra desastres para crear una aseguradora estatal que es "una ficción".
En la política de alto nivel, Marcelo Ebrard, el "excadáver político", logró su tercera resurrección. A pesar de haber impugnado abiertamente a Sheinbaum, ahora es el Secretario de Economía y una pieza clave. Ebrard se ha fusionado al proyecto de la Presidenta, mostrando ser más útil que otros rivales que, aunque levantaron la mano primero, ahora priorizan su "propia agenda" (¡miren a Adán Augusto!).
Finalmente, en un esfuerzo por modernizar el fisco con tintes de Big Brother, se debate en el Congreso una reforma al Código Fiscal que daría a la Secretaría de Hacienda (SHCP) y a la Agencia de Transformación Digital (ATDT) "acceso total" en "tiempo real" a plataformas digitales como Netflix y TikTok. La meta es recaudatoria, pero el riesgo es que el gobierno pueda revisar sus series favoritas para ver si cumplen con la formalidad fiscal. En resumen, entre ranchos de contado y ríos "ligeramente" desbordados, la política mexicana sigue siendo un espectáculo de malabares.