El gobierno de Israel ha advertido a médicos, personal de hospitales y ONG que abandonen la ciudad de Gaza antes de una ofensiva planificada contra Hamás. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ordenó acelerar los preparativos para una posible invasión terrestre de la ciudad de Gaza, donde se refugian aproximadamente un millón de palestinos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la Administración de Coordinación y Enlace con Gaza (COGAT) han mantenido conversaciones con entidades médicas y organizaciones internacionales. Durante estos encuentros, se informó que se están adaptando las infraestructuras hospitalarias en el sur de la Franja para recibir pacientes y heridos del norte, y se incrementa el ingreso de equipos médicos. Un oficial de COGAT explicó que la evacuación sería completa hacia el sur, requiriendo el traslado de equipamiento médico y la preparación de hospitales para recibir a los enfermos. El Ministerio de Defensa de Israel ha movilizado a 60.000 reservistas para reforzar la ofensiva.
En paralelo a la escalada militar, la ONU declaró oficialmente la hambruna en la gobernación de Gaza el 22 de agosto de 2025, la primera en afectar a Medio Oriente, con expertos advirtiendo que 500.000 personas se encuentran en una situación "catastrófica". Se prevé que la hambruna se extienda a Deir al Balah y Khan Younis para finales de septiembre. El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó la situación como un "desastre provocado por el hombre" y un "fracaso de la humanidad", recordando las obligaciones de Israel como potencia ocupante de garantizar el suministro de alimentos y medicamentos. El director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, afirmó que la hambruna "podría haberse evitado" sin la "obstrucción sistemática de Israel". El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, declaró que "es un crimen de guerra utilizar el hambre con fines militares".
Por su parte, Israel rechazó categóricamente el informe de la ONU, afirmando que "no hay hambruna en Gaza". El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí calificó el informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) como "fabricado ‘a medida’ para la falsa campaña de Hamás" y basado en "mentiras de Hamás".
Netanyahu ha aprobado los planes del ejército israelí para tomar el control de la ciudad de Gaza y derrotar a Hamás. Al mismo tiempo, ha ordenado iniciar negociaciones inmediatas para la liberación de todos los rehenes y el fin de la guerra bajo términos aceptables para Israel, enfatizando que ambos objetivos "van de la mano". El ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió que Gaza sería destruida si Hamás no acepta desarmarse y liberar a los rehenes. Hamás, por su parte, acusó a Israel de mostrar un "desprecio flagrante" hacia los esfuerzos de mediación internacional para una tregua y de ser el "verdadero obstáculo" para cualquier acuerdo.
Desde octubre de 2023, la guerra ha resultado en la muerte de más de 62.000 palestinos y el desplazamiento de casi dos millones de personas, con el ejército israelí controlando aproximadamente el 75% de la Franja de Gaza.