En los últimos estertores de su agonía constitucional (frase matona, no lo puede negar usted), el moribundo Poder Judicial decidió dar su ...
En los últimos estertores de su agonía constitucional (frase matona, no lo puede negar usted), el moribundo Poder Judicial decidió dar su última pataleta kafkiana: suspender el proceso de selección de los autoproclamados 'juzgadores del bienestar' - un término que suena tan reconfortante como llamar 'spa de relajación' a una sala de urgencias.
Como si el proceso para elegir a estos nuevos 'chamanes de la justicia' no estuviera ya suficientemente cuestionado, el Comité de Evaluación del Poder Judicial decidió darle el tiro de gracia a su propia credibilidad, que es el equivalente de ver a un pavo votando a favor del Día de Acción de Gracias.... o a un mexicano resentido a favor de otro sexenio cuatrotero.
Así pues, el pasado miércoles el Consejo de la Judicatura Federal, en un acto de aparente rebeldía suicida, anunció que debido a un amparo definitivo suspendería el proceso de selección. También pidió amablemente a los otros poderes que hicieran lo mismo - una solicitud tan efectiva como pedirle a un huracán que cambie de dirección por favor.
Predeciblemente, el Poder Ejecutivo y Legislativo respondierán con el mismo entusiasmo con el que un gato responde a órdenes. De hecho, Gerardo Fernández Noroña, con su característico tacto diplomático, anunció que el Senado procedería a analizar los perfiles de los candidatos 'aiga sido como aiga sido', desatando una guerra de interpretaciones constitucionales tan útil como un paraguas en el fondo del océano.
Pero como Morena ha estado jugando al 'Constitución Flex' (se dobla pero no se rompe), ninguna interpretación legal les impedirá alcanzar su objetivo. Hasta la propia presidenta Claudia Sheinbaum, convertida súbitamente en experta constitucionalista, declaró que en temas electorales el amparo no procede -y mire que la Presidenta no tiene ni una sola facultad de andar criticando o cuestionando decisiones judiciales, su único trabajo es acatar y ya, pero en fin, el mundo del revés...
Por lo pronto, el Poder Judicial comenzó a transferir ya los recursos de sus fideicomisos a la Tesorería de la Federación, aunque el botín más jugoso -más de 6,000 millones de pesos- permanece congelado en Nacional Financiera, protegido por otro amparo (¡vaya sorpresa!).
En resumen, esta última 'pataleta judicial' antes de su extinción programada nos recuerda que, al igual que los dinosaurios, el Poder Judicial actual está a punto de experimentar su propio Chicxulub legislativo. Solo que esta vez, en lugar de un impacto desde el espacio, el meteorito viene envuelto en papel membretado con la frase tristemente célebre de 'Me Canso, Ganso'.
