La carta que Claudia Sheinbaum está enviando a Donald Trump es total y absolutamente... acertada. Hay que reconocer cuando hacen las cosas...
La carta que Claudia Sheinbaum está enviando a Donald Trump es total y absolutamente... acertada. Hay que reconocer cuando hacen las cosas bien, y en esta ocasión Claudia Sheinbaum está actuando correctamente en cuanto a la relación con Donald Trump.
Claro, no me refiero a que enviarle cartas sea lo relevante, porque a Trump las cartas le valen madre. Me refiero a que está estableciendo los parámetros de la relación comercial y definiendo cómo tendrá que ser esta en los próximos años. Eso por un lado. Pero por otro, hay que decirlo con toda claridad: es una estupidez lo que está haciendo Donald Trump al imponer un arancel porque sí a los productos importados de México. Es una reverenda locura.
La economía de Estados Unidos está tan involucrada con la de México gracias al Tratado de Libre Comercio, que imponer un arancel del 25% es dispararse en el pie. Mire, aquí va una lista del nivel de interdependencia entre ambos países. Y si a eso le sumamos un 25% de costo adicional, ¿quién termina pagando? El estadounidense promedio. Así que vamos por partes:
- - *Vehículos y autopartes*: El volumen comercial entre México y Estados Unidos alcanza los 140 mil millones de dólares. El 38% del mercado automotriz estadounidense depende de vehículos importados desde México. Imponer un 25% adicional es una absoluta estupidez.
- - *Equipos electrónicos y tecnología*: Televisiones y computadoras representan un volumen comercial de 122 mil millones de dólares, y el 25% del consumo interno estadounidense proviene de México. Si le añaden un 25% al precio, ¿quién lo paga? El ciudadano común de Estados Unidos.
- - *Maquinaria y bienes de capital*: Aquí hablamos de un comercio valuado en 75 mil millones de dólares, y el 15% del consumo interno estadounidense depende de México. Gravar esto con un 25% adicional es ridículo.
- - *Productos agrícolas*: Este comercio asciende a 38 mil millones de dólares. Por ejemplo: el 90% de los aguacates, el 70% de los tomates y el 40% de las berries que se consumen en Estados Unidos vienen de México. ¿Cree alguien que los estadounidenses estarán felices pagando un 25% más por estos productos? ¡Por favor!
- - *Petróleo*: El intercambio de crudo y productos refinados alcanza los 41 mil millones de dólares, y el 12% del consumo energético importado por Estados Unidos proviene de México. Gravar esto sería otro tiro al pie.
- - *Medicamentos y equipo médico*: Estados Unidos compra a México 24 mil millones de dólares en estos productos, que representan el 20% del mercado de dispositivos médicos importados. ¿De verdad quieren cargar un 25% más aquí también?
En resumen, este amago de Donald Trump solo exhibe su ignorancia, a pesar de su supuesto éxito empresarial entre comillas. Lo único que hace con esta bravata en redes sociales es tratar de complacer a su base electoral, pero de una forma tan burda que provoca burlas en el escenario internacional. Al final, quienes pagarían estos aranceles son los propios estadounidenses, especialmente sus votantes.
La presión con temas como la migración ilegal, el tráfico de drogas y el incumplimiento de ciertos puntos del tratado por parte de México seguirá sobre la mesa. México no está exento de culpa, porque se ha brincado la barda en varias ocasiones, como en el caso del maíz transgénico, que ya perdimos. Pero esas cuestiones deberán resolverse dentro del marco del propio tratado y los paneles de controversia.
Lo que está claro es que esta amenaza de Trump es absurda, y reconocerlo no implica negar que Claudia Sheinbaum está actuando correctamente. Su carta no está dirigida a Trump, porque a él no le importa, sino a los mexicanos, a los exportadores y a su base electoral, para demostrar que está trabajando y tomando el tema en serio.
En conclusión, aunque la negociación será compleja y demandará gran capacidad, añadir costos por capricho es un sinsentido. Y sí, reconozco que Sheinbaum haya dado este paso. En mi opinión, está en lo correcto.
