Cuatro días, y el gobierno de México todavía no tiene ni la más microscópica idea de cómo fue que se le fué 'El Mayo' Zambada.
Cuatro días van en los que el gobierno de López Obrador ha hecho un ridículo internacional con un vergonzoso 'no sé nada, no sé nada, no sé nada'.
Probablemente sea lo mejor para el gobierno de López Obrador decir que sabe nada sobre este asunto, porque las componendas que le permitieron al Mayo Zambada mantenerse más de 30 años vigente como uno de los narcotraficantes más importantes de México tienen mucho que ver con las complicidades con anteriores gobiernos y con el actual gobierno. Nadie se puede explicar 30 años de actividad si no hay componendas con los gobiernos del PAN, del PRI, y con el actual gobierno de Morena.
Dependiendo de dónde usted obtenga su información se imaginará cuál fue la razón, motivos o circunstancias que llevaron a la detención de este capo. El New York Times trae una versión, Los Angeles Times otra versión, y USA Today otra -quizá la más acertada-.
Lo cierto es que México fue ignorado por completo por Estados Unidos en este tema.
Luego de seis en los que López Obrador se dedicó a ignorar y a pasarse por el arco del triunfo cualquier acuerdo político o de seguridad con Estados Unidos, hace sentido que éste lo terminara ignorando para hacerse con la joya de la corona por sus propios medios.
Por lo pronto hay mucho nerviosismo entre políticos vigentes o que dejaron de estar vigentes, específicamente ex gobernadores que tuvieron mucho que ver en la protección para Zambada, y es inevitable que el propio López Obrador sea uno de los más nerviosos, porque Estados Unidos ya demostró otra vez que le importa un reverendo plátano actuar extraterritorialmente, y eso lo pone en la picota porque, a diferencia de otros presidentes, López Obrador ha dejado rastro de su apoyo al narco. La liberación de Ovidio por órdenes expresas de López Obrador, el famoso saludo a la mamá del Chapo, y el hecho de estar insistiendo hasta el último en su política homicida de 'abrazos y no balazos', son evidencias claras de su apoyo abierto al crimen organizado.
Con menos elementos Estados Unidos ha procesado a expresidentes latinoamericanos y los ha metido tras las rejas.
Y Estados Unidos se muere por echarse al cuello la medallita de detener y procesar a un expresidente mexicano.
Este desprecio descomunal de Estados Unidos al gobierno de López Obrador hace que este sexenio cierre de una manera bochornosa y siendo el objeto de la risa de medio mundo.
Se exhibe además como un gobierno que también formó parte de la enorme protección a un capo de las drogas.
Qué terrible cierre. Una 4.ª transformación diluida en el aire.
López Obrador no es el único en la picota. Sus hijos, maestros en el arte no sólo de traficar con influencias, sino también en echarse encima del dinero de las "donaciones", su parentela, ávida de sobres amarillos repletos de dinero, sus cercanos, buenos para meter mano en dineros provenientes de personajes 'non santos'.
Mucho de ese dinero vino justa y precisamente de 'El Mayo' Zambada.
Con todos estos elementos en mano, se entiende perfectamente el desprecio del gobierno de Joe Biden al de López Obrador.