Luego de que este fin de semana Joe Biden renunciara a buscar la nominación demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, el tema de la relación con nuestro más importante vecino comercial se complica.
El presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, apoyaba más a Donald Trump, y en estricta lógica política esto se extiende hacia el Partido Republicano. En estricto sentido político esta lógica debiera extenderse con la nueva administración, pero resulta que Claudia Sheinbaum es mujer y Kamala Harris, que es la más fuerte incumbente para poder ser nominada como candidata demócrata, también es mujer.
En estricta lógica feminista, si usted quiere, Claudia Sheinbaum vería con mejores ojos a la demócrata que al republicano, sobre todo teniendo en cuenta que Donald Trump es un misógino. No se olvida la serie de majaderías que atizó el republicano a una muy respetada y encumbrada Angela Merkel, quien al igual que Claudia Sheinbaum tiene un doctorado.
Esto es un dilema muy complicado para Claudia Sheinbaum, porque hasta el momento, a pesar de que hay mucha gente entusiasmada en Estados Unidos porque Kamala Harris pudiera ser la que entre al quite para los demócratas, nada garantiza que ella le pudiera ganar a un Donald Trump 'tocado por la mano de Dios' y favorito de todos los momios para volver a la presidencia de los Estados Unidos.
Si Claudia Sheinbaum apoya a Kamala Harris o a Michelle Obama se mete en un aprieto, porque en el eventual caso de que gane Trump ¿con qué cara va a ver a una presidenta mexicana que haya apoyado a su contrincante?
Si Claudia Sheinbaum apoya por, por por afinidad política a Donald Trump, y resulta que se abre el cielo y ganan los demócratas. ¿Usted cree que Kamala Harris o Michelle Obama van a ver con buenos ojos que México se haya puesto del lado republicano?
Cualquiera de las dos decisiones que tome Claudia Sheinbaum tienen un costo alto y complicado.
Los mexicanos tenemos que ver muy de cerca el tema de las elecciones allá en los Estados Unidos.
Primero, porque es nuestro más importante vecino comercial.
Segundo, porque allá viven más de 30 millones de mexicanos.
Quién sabe, pero dependiendo también de a quién apoye Claudia Sheinbaum, pues podría ser que pueden influir poquito en el ánimo de poco más de 30 millones de connacionales, aunque también es sabido que los mexicanos en Estados Unidos apoyan más a Donald Trump porque es quien promete detener el flujo migratorio, cosa que los paisanos ven con buenos ojos debido a la alta competencia que implican otros mexicanos.
Hacia dónde se decante Claudia Sheinbaum tendrá que ser una maniobra política fina, y es el primer reto verdadero para una administración que aún no nace.